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miércoles, 20 de enero de 2016

SANTUARIO REDUX 1 Y 2, UN COMIC DE BETBEDER Y CROSA PUBLICADO POR PLANETA

Allá por 2008 Planeta deAgostini nos traía Santuario, obra de la pareja formada por Xavier Dorison y Christophe Bec, deudora de grandes filmes como Alien o The Abyss. Este cómic, sin pasarnos, es una de las grandes obras de ciencia ficción submarina del cómic francés de principios del siglo XXI y, como tal, ha servido de inspiración para muchos otros; entre otros, Stephane Betbeder y Riccardo Crosa, que han pretendido con este Santuario Redux hacer un remake del original, eso sí, con unas poquitas páginas más que el anterior...



Como os contábamos antes, Santuario Redux es una readaptación al medio de la obra de Dorison y Bec, con un total de 640 páginas (frente a las 192 que tenía el cómic original). Más o menos mismos personajes, mismos acontecimientos, mismo Santuario inviolado desde hace milenios y misma criatura cabreada. ¿En qué difieren? Sencillo; ni Betbeder es Dorison, ni Crosa es Bec.

Para los que no conocieran el cómic original, aquí va la sinopsis proporcionada por la editorial:



Octubre de 1957. Un submarino soviético explota en aguas profundas de algún lugar del Mediterráneo. Enero de 2029. Durante una misión secreta en aguas territoriales sirias, el USS Nebraska se desvía misteriosamente de su rumbo secreto y encuentra los restos de un submarino soviético allí abajo, frente a la entrada de un gigantesco santuario inviolado desde hace milenios...


Los 235 marineros de la marina han profanado un lugar maldito. Es demasiado tarde para recular a toda máquina. Para ellos empieza un lento e inexorable descenso a los infiernos.


Con casi 450 páginas más, el guionista Stephane Betbeder ha pretendido profundizar en los personajes principales, sus motivaciones y el intento de rescate a la tripulación del USS Nebraska en aguas "enemigas". Sin embargo, en pos de ese supuesto "enriquecimiento", el ritmo del que debía ser el eje primordial de la trama ha perdido fuelle, sustituyendo el creciente suspense y la tensión a la que nos sometía Dorison por una ronda en la que Betbeder descubre su mano al completo antes de tiempo, tornándose decenas y decenas de páginas totalmente innecesarias.

Respecto al apartado gráfico, Christophe Bec, del que hace poquito hemos podido disfrutar gracias a la trilogía de Carthago, publicada por Norma y reseñada AQUÍ, conseguía transmitir el tono de Dorison a sus viñetas y potenciar esa exploración hacia lo desconocido, donde no se debe ver ni más, ni menos. Además, seguro que más de uno identificó entre los rostros de Bec a grandes actores de Hollywood. Sin embargo, el trazo de Riccardo Crosa, muy deudor del estilo americano, rompe totalmente con esa estética. Esto no está del todo mal (salvando gustos), ya que es una buena forma de evitar comparaciones entre uno y otro; pero el principal escollo que encontramos aquí es otro: el color. La paleta elegida, así como su uso, le sienta casi como un tiro a una trama que pide a gritos sombras, oscuridad y siluetas sinuosas deslizándose por las paredes.



En definitiva, si tenéis oportunidad de haceros con el tebeo original, ni lo dudéis. Es una trilogía de álbumes que Planeta publicó en formato integral y a tamaño reducido (cosa que, en esa ocasión, no era lo más idóneo); si por el contrario, no tenéis forma de dar con él, puede que estos dos tomos de Santuario Redux apacigüen vuestra necesidad, pero ni de lejos será como leer a una de las mejores versiones de Xavier Dorison.

Firmo esta reseña como alguien que ha leído ambos cómics, así que ojalá haya alguien que comente qué le ha parecido este remake y que no haya disfrutado del original. ¡Ese punto de vista me interesa!

Portada de la obra original
Interior de la obra original

La lectura enriquece el alma,

Dani S.