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lunes, 11 de enero de 2016

LA GRAN ODALISCA, UN COMIC DE VIVES, RUPPERT Y MULOT QUE NOS TRAE DIABOLO

¿Aventuras y ladronas de guante... "tragicómico"? Alex y Carole son las mejores en lo suyo: robar obras de arte. Sin embargo, sus planes nunca salen como preveen y, seamos sinceros, ¡la culpa siempre es de la alocada Alex!



Bastien Vivès, Florent Ruppert y Jérôme Mulot nos enfrascan en esta gamberra, por momentos excéntrica y adictiva aventura, en la que nuestras protagonistas deberán robar La Gran Odalisca, el cuadro más famoso de Ingres, del Museo del Louvre. Para ello, deberán echar mano de sus contactos para conseguir una tercer cómplice: Sam, una motorista de acrobacias con más de un "talento sorpresa".

La gran odalisca es el primer número de esta serie de aventuras, y es que hace escasos meses que Diábolo nos traía el segundo álbum: Olympia.


Este cómic pertenece, sin lugar a dudas, a la bd francesa independiente, y es que todo él es "pura energía", que se traduce en originalidad y frescura a la hora de contar una historia ya tan manida como lo es los grandes robos. Obviando el más cercano primo que tiene en la gran pantalla, Ocean's eleven y compañía, La gran odalisca podría pertenecer a ese grupo selecto de cómics que nos ponen en la piel de un mangante: me vienen a la cabeza Bandette, de Aleta (reseñado AQUÍ), en un tono bastante más cartoon y con esa eterna lucha entre el bien y el mal de fondo, o Adam Clarks (reseñado AQUÍ), con el típico gentlemann lanzado al estrellato gracias a un inestimable Lapone.

Dicho esto, y dejando de lado las odiosas comparaciones, La gran odalisca es un cómic que te va enamorando a medida que te pierdes entre sus páginas y, con un dibujo parecido al de Merwan y Bedouel en El oro y la sangre (reseñado AQUÍ), salvando las evidentes diferencias en cuanto al color, consigue hacer partícipe al lector de esa libertad que parece dar el vivir al margen de las reglas y empatizar (¿quién lo diría?) con sus protagonistas.


Por concluir, os diré que es un cómic que logra algo bastante complicado, dada la época en que vivimos, en la que todo está inventado: La gran odalisca hace de su lectura una necesidad para todos aquellos amantes de la buena y romántica aventura, marcada esta vez por unas protagonistas bastante inusuales y, todo hay que decirlo, carismáticas por sus peculiaridades. Y digo lo de "necesidad" porque estoy seguro que cuando leáis este tebeo, sentiréis ese deseo de encontrar, cada cierto tiempo, un nuevo número en vuestra librería.

La lectura enriquece el alma,

Dani S.