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sábado, 16 de enero de 2016

CAMELOT 3000, UN COMIC DE MIKE W. BARR Y BRIAN BOLLAND QUE NOS TRAE ECC

ECC nos rescata uno de los clásicos más queridos y mejor valorados por todos los aficionados a los cómics en general y a las aventuras de espada y brujería en particular. Muchos no habíamos tenido la oportunidad de leerlo, debido en parte a que las diferentes ediciones que ha habido no acababan de convencer. Primeramente Zinco la publicó en nueve grapas, y posteriormente Planeta nos trajo la Edición Absolute que tan bien quedan en la estantería pero que tan engorrosa es de leer, por lo que teníamos los dos extremos.

Ahora ECC nos trae la obra en un tamaño estándar, en tapa dura y con bastantes extras.




En la maravillosa década de los 80 el guionista Mike W. Barr (conocido mayormente por su trabajo en Batman) y el dibujante Brian Bolland (La broma asesina) decidieron dar una vuelta de tuerca al mito artúrico. Para ello escribieron esta maxi serie de 12 números cuyo argumento podría resumirse de la siguiente forma: en el año 3000 un ejército alienígena desata una guerra en La Tierra y toma posiciones para conquistar el planeta. Sin embargo, cuando un joven encuentra por accidente la cripta del Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda, estos valientes héroes del pasado cobran vida de nuevo. Juntos de nuevo, el Rey Arturo, Sir Lancelot, Merlín y el resto de caballeros se enfrentan a la armada alienígena y a Morgana LeFay, la siniestra hermana del Rey Arturo.


Viendo la sinopsis, observamos que estamos ante una historia en la que héroes del pasado son resucitados para vivir nuevas aventuras. Lo normal en este tipo de historias es revivirlos en la actualidad, por lo que Mike W. Barr se distancia de lo común y nos lleva al futuro. La vuelta a la vida de Arturo puede que nos recuerde a La Tumba de Drácula, ya que la puesta en escena de ambas resurrecciones es bastante parecida, aunque con diferentes resultados.

Al ver un argumento tan disparatado es fácil pensar que al guionista se le vaya un poco de las manos y acabe realizando una parodia de lo que realmente pretendía contar, pero nada más lejos de la realidad. Los doce números que forman la serie se leen con mucha fluidez, debido en parte a que la trama avanza con muy buen ritmo, sucediéndose los momentos de acción con situaciones conspiratorias o giros argumentales de manera brillante. Una de las grandes bazas del cómic son la cantidad de referencias y situaciones que nos recordarán las leyendas que hemos leído o visto en películas sobre el Rey Arturo y los caballeros de la mesa redonda.


Cuando este tipo de historias se hacen bien, como es el caso, es llamativo lo bien que envejecen y lo poco que parece afectarles el paso del tiempo, por lo que si alguno pensáis encontraros con algo añejo solo valorable por los nostálgicos, sabed que es un error, debido en parte a que trata temas bastante rompedores para la época. Por ejemplo, Sir Tristán a la hora de resucitar en el año 3000 lo hace en un cuerpo de mujer, por lo que a lo largo de toda la historia se ven sus conflictos interiores, ya que sigue enamorado de Isolda. Este tono adulto nos recordará a la línea Vértigo más que a los típicos cómics de aventuras o de acción.

En cuanto al dibujo, solo basta con nombrar al encargado de llevarlo a cabo: Brian Bolland. Es un lujo tener un cómic de doce números dibujados enteramente por este artista. Debido a su lentitud, pocas veces se ha dado esta circunstancia. Tardó unos dos años en dibujar las 48 páginas de La Broma asesina, y actualmente solo dibuja portadas (Fábulas o Dial H, entre otras). Si Camelot 3000 se ha convertido en un clásico de culto, en parte, es gracias al magnífico dibujo y a las espectaculares portadas que lo componen.


En definitiva, si aún no has leído esta aventura no me queda otra que recomendarla, ya que pocas veces una idea tan original y arriesgada ha sido desarrollada de forma tan brillante e inmejorablemente dibujada.

Filisk.