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lunes, 30 de septiembre de 2019

MAUS, UN COMIC DE ART SPIEGELMAN SOBRE EL HOLOCAUSTO NAZI

Maus...

¿Por qué ratones? ¿Por qué gatos? ¿Por qué cerdos?

¿Por qué?...

¿Por qué el holocausto nazi?

Maus. Una historia biográfica sobre una realidad que nunca debemos olvidar.



Hablar de Maus es hablar de la historia del cómic. No creo que exista nadie en el mundo en desacuerdo con ello, ¡y mira que hay opiniones como colores! Otra cosa es que aún no haya llegado el momento en que sientas que tienes que leerlo. Para mí ese momento no llegó hasta hace cosa de unas semanas. Hasta entonces, pese a saber de él y sentir su enorme y proyectada sombra sobre mi colección, nunca lo había bajado de esa enorme torre de "cómics pendientes". Los motivos para mí eran simples: no me gustan los dramas de guerra, no me gustan las biografías y, menos aún, las biografías enclavadas en el drama de la guerra. Pero Maus no es eso. No es SOLO eso. No es NADA de eso. Maus, como te he dicho, es historia del cómic, y si aún no lo has leído, la pregunta no es si te gustará más o menos, si el dibujo te parece más o menos simple o más o menos oscuro, sino cuándo: ¿Cuándo lo leerás? ¿Cuándo sentirás la necesidad de leerlo? ¿Cuándo, desde tu estantería o la de tu librería favorita, cruzaréis la mirada y no podréis apartarla?
Esta que hago hoy no es una reseña al uso. No esta vez -si es que algún día lo son-. La red está llena de reseñas de Maus, a cada cual mejor. Reseñas que se deshacen en elogios, que te hablan del componente alegórico y metafórico del cómic, de los acertadísimos trazos de Artie -como lo llamaba su padre- y de los mil y un detalles que se le escapan al lector con una segunda y tercera lectura. Maus es crudo, salvaje, romántico, cómico, bélico, cruel, descorazonador, sangriento, deshumanizante y, ante todo, REAL. Muy real. Es, irónicamente, el cómic más real que he leído. Porque sí, sus protagonistas son ratones (judíos), alemanes (gatos) y polacos (cerdos).

Maus es uno de los de la década de los ochenta, considerada por muchos como la Mejor década del cómic de la historia. Yo no sé si será tal cosa, pero de lo que sí estoy seguro es que Maus debería estar en cualquier estantería como la obra de arte que es. Y también como un recuerdo permanente y latente, muy, muy presente.


Artie Spiegelman traspasa los límites -y los corazones- con su cómic Maus. Y así debe seguir siendo. Y que los años pasen, que el horror, como los libros, no caduca.

La lectura enriquece el alma,

Dani S.