¡Nuestras últimas entradas!

jueves, 22 de octubre de 2015

LOS DRUIDAS 1, MISTERIO Y AVENTURA EN LOS ULTIMOS DIAS DEL MUNDO CELTA

BRETAÑA A FINALES DEL SIGLO V DE NUESTRA ERA. LA ANTIGUA RELIGIÓN DRUÍDICA CONVIVE CON LA NUEVA FE CRISTIANA QUE CADA VEZ TIENE MÁS ADEPTOS. 

EN ESTE MUNDO DONDE LOS ADEPTOS DE LOS ANTIGUOS DIOSES SON CADA VEZ MENOS, LA CALMA SE VE ROTA POR LA APARICIÓN DE LOS CADÁVERES DE UNOS MONJES ASESINADOS APARENTEMENTE POR SEGUIDORES DE LAS TRADICIONES DRUÍDICAS. 

EN ESTE PRIMER TOMO DE LOS DRUIDAS, PUBLICADO POR YERMO EDICIONES, LA TENSIÓN ENTRE LOS FIELES DE AMBAS CREENCIAS AUMENTA Y SE INICIA UNA INVESTIGACIÓN PARA AVERIGUAR SI DE VERDAD SON LOS APARENTEMENTE PACÍFICOS DRUIDAS LOS REPONSABLES.



Antes de entrar en profundidad con el cómic que nos ocupa me presentaré, ya que se trata de mi primera colaboración en este blog. La primera de muchas, amenazo. Me llamo Eloy, aunque firmaré con el diabólico sobrenombre de Helloy en lo sucesivo, y nací en Málaga, ciudad en la que he residido durante toda mi vida y desde la que escribo estas líneas. Mi afición al cómic viene desde muy pequeño, cuando mis padres me compraban álbumes de Mortadelo, Zipy y Zape y Pepe Gotera y Otilio, entre otros. En la adolescencia descubrí los cómics de superhéroes, y ahí fue cuando la adicción ya se volvió irreversible.

Con los años fui descubriendo otras cosas. Los guiones de autores como Alan Moore, Neil Gaiman y Grant Morrison (la Santísima Trinidad del cómic americano, en mi opinión) me hicieron ver que había algo más allá de las historias sobre tipos en mallas y con superpoderes. Poco a poco empecé a abrirme a otro tipo de historias, para acabar muchos años después recalando en el cómic europeo, que conforma la mayoría de mis lecturas en la actualidad. Y como no sólo me gusta leer, sino además darle difusión a este hobby que tanto me llena, me he decidido a colaborar en Júralo por mí. Y tras presentarme, a la tarea.


No se puede negar que ya la portada de Los Druidas llama la atención del posible lector. Una soberbia ilustración del canadiense Jacques Lamontagne, además de un título con un tipo de letra acertadísimo y un subtítulo que verdaderamente despierta curiosidad (El misterio de los ogams) nos sirve de presentación y puerta de entrada a esta historia que en su país de origen lleva ya ocho álbumes publicados gozando además de un gran reconocimiento por parte de crítica y público. Con guión de Jean-Luc Istin (Crónicas de Excalibur, reseñado AQUÍ, World War Wolves, reseñado AQUÍ) y del experto en el mundo celta Thierry Jigourel, acompañados por los dibujos del ya mencionado Jacques Lamontagne, el integral que nos ofrece Yermo contiene los tres primeros álbumes de la saga, y puedo afirmar sin miedo alguno a equivocarme que aquí en España será igual de bien valorada que en el país vecino.

El detonante de la historia es el asesinato de unos monjes cristianos cuyos cadáveres aparecen decapitados y atravesados con unas estacas en las que hay inscripciones escritas con caracteres del alfabeto ogam, usado por los druidas. El abad Winwaleo encarga al hermano Budog que contacte con el druida Gwenc'hlan para que investigue los misteriosos asesinatos. Este aceptará la tarea y con la ayuda de Taran, su aprendiz, y el propio hermano Budog, se pondrá manos a la obra con la esperanza de poder exculpar a sus hermanos de culto de los terribles crímenes. Con esta introducción muy bien podríamos pensar que nos encontramos ante una historia al estilo de En el nombre de la rosa, pero ciertamente Los Druidas es mucho más. La investigación de Gwenc'hlan nos sirve para iniciar un viaje de vértigo por la mitología celta y ver pasar ante nosotros sus leyendas.


Los autores ya avisan en la introducción de la obra que aunque se han documentado exhaustivamente para su creación, cuando las necesidades de la historia se lo han impuesto no han tenido reparos en dejar de lado la fidelidad histórica para ofrecernos lo que ellos mismos definen como una mezcla entre novela de aventuras y thriller medieval. Y efectivamente eso es lo que nos ofrecen, misterio y aventura. La velocidad con la que pasan cosas en Los Druidas es enorme. El lector se enfrenta a una gran cantidad de información, y no solo por la investigación de los protagonistas, sino también por los flashbacks y las leyendas que adornan la historia. Bueno, no exactamente la adornan, sino que en realidad son parte integrante de la misma.

El trabajo de los guionistas es excelente. Aprovechan al máximo las páginas de la obra para presentarnos los monasterios de la Bretaña de la Alta Edad Media, los últimos seguidores de la religión druídica, los personajes de la historia y las leyendas celtas, y conseguir además que el ritmo de la historia sea rápido. Quizá en el primer álbum de los tres incluidos en este tomo de la edición española el ritmo sea menos acelerado, pero abrochaos el cinturón al empezar el segundo. Para rematar, cada álbum termina con un cliffhanger que obliga al lector a pasar la página al momento y no pausar la lectura. El problema lo tenemos al llegar al tremendísimo punto en el que acaba el tercer álbum, con el que acaba el tomo de la edición española y en el que no tenemos posibilidad de pasar la página y seguir leyendo.


Otro gran acierto de los autores es la caracterización de los personajes. Se nos presentan todos como humanos, con sus ideas, sus fortalezas y sus debilidades. Conforme avanza la historia podemos ver más rasgos de algunos de ellos, que se nos revelan como algo más que el arquetipo que pueden parecer en sus primeras apariciones. Incluso cierto personaje (sufro para no revelar nada de la trama a los lectores mientras escribo este párrafo) que parece un villano típico se nos acaba revelando como más profundo y con una motivación diferente a la que puede parecer a primera vista.

Me cuesta un poco ser objetivo al hablar del dibujo, ya que soy muy fan de Jacques Lamontagne desde que leí Aspic: Detectives de lo desconocido (reseñado AQUÍ). Es un gran dibujante que pone un cuidado exquisito en los escenarios y en la composición de la escena. El coloreado digital no es de mi gusto, pero es cierto que el resultado final es de nota. Sí es cierto que aquí vemos a un Lamontagne menos experimentado que el de Aspic, ya que estos álbumes son anteriores. En el primero de los tres de este tomo se le pueden ver viñetas en las que esto es bastante evidente, aunque en los siguientes ya se ve que va mejorando. Pese a esto, el aspecto gráfico de la obra es excelente. Resulta una delicia ver pasar ante nuestros ojos las costas de Bretaña, sus monasterios, sus gentes, el mar e incluso algún escenario mítico.

En resumen, nos encontramos ante un cómic muy bien escrito, con un ritmo rápido pero que no impide que nos cuente muchas cosas a la vez ni que caracterice en condiciones a los personajes, muy bien dibujado y que nos trae misterio, acción y fantasía mitológica, presentado además en un tomo de tapa dura de gran calidad. Tanto si se es aficionado a la cultura celta como si no, Los Druidas es un firme candidato a entrar en la lista de lecturas de cualquier aficionado al buen cómic.

Helloy.