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martes, 7 de julio de 2015

PROYECTOS MANHATTAN 1-4, UNA SAGA DE COMICS DE JONATHAN HICKMAN Y NICK PITARRA PUBLICADA POR PLANETA

Científicos desquiciados, nazis, alienígenas, saltos dimensionales, armas de destrucción masiva y experimentos radicales.… ¿Qué puede salir mal? Pues todo y nada a la vez, así son los Proyectos Manhattan, una obra en la que la locura de Jonathan Hickman se junta con el personalísimo arte de Nick Pitarra.



Recientemente Planeta Cómic ha editado en España el tomo 4 que recopila esta serie que publica originalmente Image, lo que me sirve de escusa para reseñaros lo que nos ha llegado, hasta ahora, de esta saga tan particular.


Lo primero que llama la atención de esta colección es el título. Proyectos Manhattan en plural; todos conocemos el famoso proyecto (en singular) creado por Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y que tuvo como objetivo final el desarrollo de la primera bomba atómica, pero, ¿y si el desarrollo de la bomba fuera solo una tapadera y en realidad se estuviera trabajando con unos objetivos mucho más siniestros, oscuros y malignos? Esto es lo que nos plantea Hickman y, para ello, distorsiona las personalidades de algunos de los científicos implicados en mayor o menor medida en el proyecto: Robert Oppenheimer, Richard Feynman, Enrico Fermi e incluso Einstein han pasado por la mente de Hickman convirtiéndose en un trasunto deformado y loco de ellos mismos y que nos arrastra a un mundo muy similar al nuestro, pero en el que se respira demencia en cada rincón. Viajes interdimensionales, invasiones alienígenas, portales dimensionales, robótica, cibernética, locos artefactos... Todo tiene cabida en la mente de Hickman y por suerte para nosotros lo plasma en este cómic. Pero no os confundáis, la verdadera protagonista de la historia es la ciencia, eso sí, rodeada de los más absurdos estereotipos, lo que, por momentos, le da un aire cómico a la historia aunque siempre con un cierto aire de credibilidad.



Locura, demencia y distorsión… son los adjetivos que, al igual que a mi, se os pasarán por la cabeza con cada página de este cómic, porque no hay que olvidar el medio del que estamos hablando, un medio en que el guión debe apoyarse en el dibujo, y aquí es donde nos encontramos a Nick Pitarra. Este dibujante es el típico caso de estilo extremo: O te gusta o te desagrada, pero nunca te deja indiferente. Su trazo rudo, grueso y osco puede chocar e incluso chirriar, pero una vez te hayas introducido en la historia no podrás imaginártela de otra manera; además, Pitarra tiene la facultad de hacer creíble cada estrafalario artefacto que aparece en la obra, lo que no es nada fácil. Mención aparte tiene el uso del color, ya que hay momentos en los que tiene mayor capacidad narrativa que el propio dibujo y creo que este punto es parte de la experiencia que supone leer esta saga.



La edición por parte de Planeta es normalita, sin grandes alardes pero sí correcta, rústica sin solapas (¡solapas obligatorias ya!), con unas 150 páginas con un gramaje bastante bueno y todo ello por 14.95 € cada tomo€; lo dicho, ni bueno ni malo.

Resumir el por qué recomiendo esta obra es complicado, quizás por la pseudo creíble y totalmente loca historia, o por los repentinos pero perfectamente hilados giros de guión, o tal vez por lo crudo del dibujo o por las minimalistas portadas, o… bueno, elige tú el motivo, lo que sí es cierto es que no es una obra para almas sensibles o para leerla de pasada, has de leerla con calma y sabiendo que al pasar la hoja te puedes encontrar cualquier cosa, CUALQUIERA.



Espero que disfrutéis de una buena lectura, nos leemos...o no...


Pau R. @PauTuitter