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lunes, 25 de abril de 2016

- RESEÑA - TODO SOBRE ADLER. TOMO 1, UN COMIC DE STERNE QUE PUBLICA PONENT MON

Nacido en Jemappes, Bélgica, en 1952 y tristemente desaparecido en 2006, René Sterne legó al mundo del cómic una saga de aventuras de esas que ya no se hacen: Adler, un total de diez álbumes que Ponent Mon pretende traernos en dos integrales. Su protagonista, del que la saga toma el nombre, es casi tan aventurero como lo fue el propio Stern y, aunque las aventuras que vivieron uno y otro son bien distintas, no cuesta imaginar que la personalidad de ambos "héroes" fuera parecida.

¿Habemus joya?




Este primer integral editado por Ponent Mon incluye 14 páginas previas sobre el autor y su obra, y la verdad es que, sin ser ningún ferviente admirador de los prólogos y demás excentricidades, creo que esta "introducción" no solo era necesaria, sino que ha sido brillante para poner en situación al lector (y desconocedor hasta la fecha del artista/personaje) y darle el valor que se merece a la obra.


Adler es, como muchos otros protagonistas de innumerables aventuras, un "trotamundos empedernido" que desertó del ejército nazi en 1942 y fundó una compañía de transporte aéreo en la India. Esto es más que suficiente como punto de partida para mil y una aventuras a lo largo de todo el globo, pero hay algo que lo hace ciertamente peculiar y diferente a la mayoría: no es el prototipo de hombre de acción y, ni mucho menos, lo es de tipo duro.

Adler es un personaje que me ha engatusado por su concienzuda definición y humanidad, algo que no es tan común en las tramas de este tipo, donde suele primar la aventura por encima de todo. Con este matiz no busco devaluar aquellas aventuras en las que poco o nada importa la vida "personal" de los protagonistas más allá de sus escarceos; bien sabes si me sueles leer que me encanta esta temática en la que la trama vive por y para el entretenimiento y espíritu más aventurero que algunos llevamos dentro, y es por eso que no estoy muy acostumbrado a que los autores dediquen más viñetas de las justas y necesarias a identificarnos con su protagonista y hacernos partícipes de sus deseos o motivaciones más profundas.


En este sentido, Adler está protagonizado por varios personajes que viven aventuras,  y no por las aventuras de unos personajes arquetípicos. Stern supo dar con una época brillante, pese a serle ajena a su tiempo: 1948-1951. Como decía el propio artista, "fue una época donde la geografía era aún imprecisa, donde todo en la vida no estaba compartimentado, formateado ni cerrado de manera definitiva. Era el tiempo del crepúsculo de la Aventura"*.

El tono del cómic, en consonancia con un hermano de su tiempo como lo fuera Dieter Lumpen (reseñado AQUÍ), nos conduce casi de aventura en aventura respetando siempre el nexo temporal. Como detalle, también deciros que salvo los capítulos tres y cuatro, recogidos en este integral, todas las aventuras de Adler se desarrollan de dos en dos álbumes, de modo que este primer tomo que ha editado Ponent Mon, que recoge los cinco primeros números de la saga, nos deja con la miel en los labios al concluir su lectura.


Pese a que estamos ante un cómic imprescindible para todos aquellos que se digan a sí mismos "amantes de la aventura clásica, o no", hay dos detalles que sí he de mencionar: el primero, la más que palpable evolución en el trazo de Stern, el cual va pasando de una línea clara limpia a un estilo más propio y personal, con más detalle y dinamismo; la segunda, un déficit común en las tres aventuras que han concluido por ahora, que no es otro que los finales, unos finales a veces resueltos con apremio, lo cual deja en evidencia dos rasgos fundamentales de la narración, uno propio del artista y otro del género: a Stern no se le daba muy bien concluir sus historias, y en la Aventura, por ser como es, siempre ha primado y primará más el viaje que el destino.

Creo que no me dejo nada más en el tintero. Espero que todos aquellos lectores y soñadores os dejéis engatusar por este cómic; una joya de la aventura clásica que, por fin, podemos disfrutar en nuestro país.


La lectura enriquece el alma,


Dani S.


*Pd. Extraído del prólogo de este integral.