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miércoles, 30 de diciembre de 2015

YUNA, UN COMIC DE SANTIAGO GARCIA Y JUACO VIZUETE PUBLICADO POR ASTIBERRI

Parece que este mes Astiberri ha sabido cómo tocar la fibra de Júralo por mí, y es que, por hache o por be, han caido todas sus novedades en nuestras manos: La Ficción, Necrópolis y Rituales se han ido con nuestro camarada Filisk, La casa, de Paco Roca, ha ido para los brazos de Noejotas, cómo no, y el quinto en discordia, Yuna, se ha venido con el que suscribe estas líneas.

Sin embargo, el resultado de lo que parecía ser un mes por todo lo alto, está siendo bastante contradictorio...

¡Hablamos de Yuna, lo último de Santiago García y Juaco Vizuete!



He querido empezar así esta reseña porque hace muchísimo tiempo que no veía un mes así en Astiberri y, sin embargo, pese a parecer de lejos su apuesta más fuerte y segura para estas fechas, creo que el boletín se está desinflando por momentos.

¿La Ficción, de Curt Pires y David Rubín? Un puff en el que podéis profundizar con la reseña de Filisk, AQUÍ.

¿Necrópolis, de Marcos Prior? Solo os diremos que si leéis la reseña que os acabamos de enlazar arriba, encontraréis una "cruda revelación" sobre este tebeo. ¡Acabó devuelto a la librería en menos de 24 horas!

¿Rituales, de Álvaro Ortiz, y La casa, de Paco Roca? Pronto los reseñaremos, así que crucemos los dedos y confiemos en que estos grandes artistas puedan darle la vuelta a la tortilla.


¿Y qué pasa con Yuna, de Santiago García (Beowulf, reseñado AQUÍ, Las Meninas, reseñado AQUÍ) y Juaco Vizuete (Lo primero que me viene a la mente, reseñado AQUÍ)? Lo que ocurre es que decanta aún más la balanza hacia el lado de la decepción, en vista de lo que parecía iba a ser un mes a enmarcar para la editorial vasca.

Yuna es una historia de ciencia ficción y amor (o celos, más bien), en la que nuestros protagonistas, un humano llamado Héctor y una máquina con inteligencia artificial con el nombre de Yuna, intentan darle sentido a sus vidas y descubrir su verdadera naturaleza.

Lo que al principio se desarrolla con cierta originalidad, acaba siendo un relato bastante simple y carente de chispa y, de hecho, creo que es este el principal escollo con el que se topa Yuna: Pese a un planteamiento alentador, el acelerado trascurso de la historia al que el dibujo de Juaco Vizuete no ayuda, y un desenlace muy por debajo de las expectativas creadas, hacen que la lectura de este cómic nos deje como en la comunión de Pingu.


Aunque el apartado gráfico de Juaco es agradable y logra entrar en consonancia con la trama, se le ha querido dar una masiva fuerza visual al cómic para la que el trazo de este artista, que no busca destacar por la riqueza de detalles precisamente, no venía al cuento. El formato horizontal, numerosas splash pages, escenas sin texto y páginas con tan solo dos o tres viñetas creo que pedían a gritos un dibujo más fantástico y espectacular, con el que pudieras deleitarte unos segundos más y así frenar el ritmo de un cómic que, como te descuides, se lee en menos de media hora, pese a sus 216 páginas.

Santiago García vuelve a dejarme chafado con Yuna, ¡y mira que Beowulf me resultó grandioso (en todos los sentidos)!

La lectura enriquece el alma,

Dani S.