“Si hay algo que nunca cambia ni en Nueva York ni en ningún sitio son los bancos”.
Con esta verdad universal comienza este nuevo álbum; la agencia de talentos Gratule esta al borde de la quiebra y Fourmille y Yuri ven cómo su único medio de subsistencia pende de un hilo. Y por si eso no fuera suficiente, Grace ha sido encarcelada en Barcelona durante uno de sus trabajos…
Barcelona será el telón de fondo de una historia sobre el robo de unas joyas muy especiales, donde entre otros personajes encontraremos a un excéntrico artista, bellas mujeres desaparecidas y montones de felinos ¿Me acompañas en esta reseña?
Es imposible hablar de Ekho sin dedicarle una mención especial a los detalles y referencias culturales, y es que, en general, en todos los álbumes están muy cuidadas, pero (tal vez sea porque esta localización me pilla especialmente cerca) encuentro que en este capítulo brillan más que en los demás, y es que Ekho no deja de ser un reflejo de nuestro mundo y sus aspiraciones: la independencia o el fútbol son cosas que, como no podía ser de otra forma, también preocupan en esta Barcelona en la que nos encontramos.
Arleston demuestra que ha realizado una gran labor de investigación de la ciudad, así como de sus lugares más emblemáticos, de su comida y de sus leyendas, muy conocidas dentro de la cultura catalana, haciendo de esta lectura una experiencia amena y entretenida.
Además, al margen del misterio principal que ocupa el tebeo, aparecen nuevas incógnitas alrededor de los ya de por sí misteriosos y poderosísimos preshauns…. y hasta aquí puedo leer.
En cuanto al apartado gráfico, sigue viento en popa a toda vela. No puedo decir más del trabajo de Barbucci a los lápices de lo que ya he dicho en reseñas anteriores porque ya me hago cansina, pero es que su dibujo es verdaderamente atrayente, junto con unos preciosos y siempre bien escogidos colores de la colorista Lebreton, que también acompaña a este dúo desde el primer álbum.
¿Lo recomiendo? Por supuesto, me ha parecido un cómic muy divertido y entrañable y he de admitir que me he reído mucho con las aventuras de esta extraña agencia de talentos por la “ciudad condal”; al fin y al cabo, es lo que busca este cómic: parodiar y entretener… y lo cumple sobradamente.
Como curiosidad os adelanto la que será la portada del próximo número: Ekho: El secreto de los preshauns.
