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viernes, 5 de octubre de 2018

GOYA. LO SUBLIME TERRIBLE, UN COMIC DE EL TORRES Y FRAN GALÁN QUE NOS TRAE DIBBUKS

Tiene su lógica.

Que uno de nuestros grandes maestros del terror en viñetas, Juan -El- Torres, le dedique un cómic a uno de nuestros grandes maestros del terror en pintura, Francisco de Goya, tiene su lógica.

Pero, ¿es esto garantía suficiente para estar ante un "gran cómic"?



Goya. Lo sublime terrible, no es ninguna obra biográfica. Partamos de aquí.

Una historia de terror, con un grandísimo aporte fantástico, para hablarnos de los "fantasmas" de Goya. De su enfermedad -la sordera, aunque tal vez esta fuera solo una consecuencia de otra-, como medio para desoir a la razón y empezar a escuchar las voces de las criaturas que hay "más allá". Y de esas voces, como fuerza interior que impulsó al pintor español para crear sus famosas "pinturas negras" a principios del siglo XIX.

Firmada por el guionista El Torres (Tambores, El fantasma de Gaudí, Camisa de fuerza) y el dibujante Fran Galán (Cuentos del Bosque de los suicidas), Goya. Lo sublime terrible se llevó nada más y nada menos que cuatro Premios Carlos Giménez en la Heroes Comic Con de este año: mejor autor revelación (Fran Galán), mejor portada, mejor rotulista y mejor guionista nacional (El Torres). ¡Ahí es nada!


Sin embargo, he de reconocer que no es, bajo mi punto de vista, de lo mejor que podemos leer del guionista malagueño. Empezaba esta reseña haciendo hincapié en que no es una obra biográfica, también por el hecho que El Torres no nos pone en antecedentes sobre ninguno de los históricos secundarios que se cruzaron en la vida de Goya y que, de alguna u otra manera, aparecen en este cómic: la Duquesa de Alba, su cuñado y también pintor Francisco Bayeu, los duques de Osuna o Asensio Juliá, por ejemplo. Esto, unido a un desconocimiento de la época y vida del artista, pueden hacer del cómic no más que una curiosa historia de terror, con un apartado gráfico pocas veces visto hasta el momento. 

Sin embargo, si lees un poco acerca de la vida y obra de Goya antes de leer este cómic, o si lo haces después de la primera lectura y antes de la segunda, descubrirás toda una colección de matices que ensalzarán el cómic: desde las motivaciones de algunos personajes hasta el propio comportamiento del artista con según qué, pasando por un elenco de viñetas que dan vida a algunos de los cuadros del pintor.


Por su parte, estoy seguro que el estilo gráfico de Fran Galán ya ha captado tu atención. Muy diferente a lo que solemos estar acostumbrados en el noveno arte, la paleta de colores digitales y el -pretendido- brusco contraste en algunas viñetas nos crea una sensación extraña: como si los personajes estuvieran superpuestos sobre los fondos, al igual que pegatinas. Yo, sinceramente, prefiero un estilo más afín a otros cómics del guionista, como los ya mentados más arriba. Eso sí: reconozco la inconmensurable labor de documentación del artista para con los decorados, vestuarios y escenarios.

Dicho esto, la decisión es tuya, faltaría más, pero permíteme darte una recomendación final: si te gusta el arte de este Goya. Lo sublime terrible, y te van las historias de "terror diabólico", no hay razones por las que este cómic no te entretenga. Eso sí, te aconsejo encarecidamente que le eches un vistazo, aunque sea por encima, a la biografía del artista. No te vas a destripar nada -al fin y al cabo, esta es una ficción no biográfica- y la lectura ganará mucho en matices. No llega al nivel de El bosque de los suicidas o El fantasma de Gaudí, por ejemplo, pero la experiencia merecerá la pena.


La lectura enriquece el alma,


Dani S.