Jack Stanton es un profesor y arqueólogo, no especialmente brillante en ninguna de esas dos facetas. Sin embargo, cuando el que sin duda se convertiría en el mayor descubrimiento del mundo entero se pone a su alcance, no lo pensará dos veces y se tirará a por él, sin pensar que todo "premio" tiene un precio. En este caso, un precio apocalíptico...
Hoy vengo a hablarte de la saga de Dorison y Lauffray que precedió -y siguió- a la hoy día todo un referente Long John Silver, Prophet. Y dirás, ¿cómo que precedió y siguió? ¿cómo es eso posible? Bien, el caso es que los tres primeros álbumes de Prophet se publicaron antes de Long John Silver, pero el cuarto y último de la saga no lo hizo hasta nueve años después, cuando el gran homenaje de la pareja de artistas al clásico de Robert Louis Stevenson ya había concluido desde hacía un año. ¿Motivos? ¿Culpables? ¿Razones? Bueno, por lo investigado todo parece indicar que la saga no tuvo las ventas esperadas en Les Humanoïdes Associés, y Mathieu Lauffray tardó todo ese tiempo en conseguir una editorial -Soleil- que se interesara por su obra y quisiera publicar el final. ¿Es por ello una mala obra? De ninguna manera.
Afortunadamente -y desgraciadamente, ya que no todos los casos terminan con "tanta suerte"-, que una saga no venda lo esperado no es sinónimo de que sea mala. Es tal el volumen de novedades mensuales que copan las estanterías (si crees que son muchas en España, en Francia se te puede ir la cabeza) que es más que probable que muchos álbumes, sin la publicidad o el boom adecuado, se hundan en el olvido y pierdan el interés del lector rápidamente.
Sea como fuere, algo así tuvo que pasar con Prophet, cómics que recuerdo leer en una biblioteca de mi tierra y que, tras anunciar Norma hace un par de años que publicaba el último álbum, me volvió a picar el gusanillo por hacerme con ella y leerla, esta vez, con final incluido.
Esta saga, obra del crack Xavier Dorison (El Tercer Testamento, LJS, Undertaker, Asgard, Santuario...) y Mathieu Lauffray, nos presenta una aventura postapocalíptica y de saltos espacio-temporales en la que nuestro protagonista, Jack Stanton, tendrá que recorrer terrenos desconocidos y ciudades derruidas en busca de redención y una segunda oportunidad para una Tierra en donde ahora el ser humano es pasto de bestias inconcebiles, pero... ¿acaso ya no es tarde?
Pese a la aparente complejidad (no sé a ti, pero a mi es oir hablar de espacios-temporales y se me empieza a ir la olla), la trama desarrollada por estos artistas es bastante accesible, siendo el último álbum el que necesitará una mayor atención por parte del lector para no perder el hilo de lo que ocurre. Dicho esto, no estamos hablando de ninguna rayada máxima ni nada tipo Los Wrenchies o Rork, por mentar algunos.
Sobre el apartado gráfico, poco que decir sobre Lauffray, la verdad. Este artista no solo lo es en mayúsculas, sino que es una auténtica barbaridad las splash pages postapocalípticas y demás que nos regala a lo largo de los cuatro álbumes. ¡No se corta un pelo!
Como nota curiosa, para que sepas hasta qué punto el artista se luce en este trabajo, el tercer y cuarto álbum están hechos para y por él al completo. El motivo por el que Dorison le dejó el camino libre no fue otro que la propia singularidad de la historia, que había sido ideada en un primer momento por Lauffray. El dibujante tenía muy claro lo que quería contar y cómo quería contarlo y, tras algunas desavenencias en los primeros álbumes, ambos artistas decidieron que sería mejor así. Para nada parece que quedaron mal las cosas, dado que años después ambos nos regalarían la inolvidable Long John Silver, toda una aventura digna del Hall of fame.
La lectura enriquece el alma,
Pd. Estoy dispuesto a comentar el final con el que así lo quiera en los comentarios. Para mí, no es todo lo redondo que debería haber sido.
