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martes, 14 de junio de 2016

¡LO HAN VUELTO A HACER! RESEÑO SILAS COREY 2. EL TESTAMENTO DE ZARKOFF, UN COMIC DE FABIEN NURY Y PIERRE ALARY QUE NOS TRAE DIBBUKS

Era muy, muy complicado, lo sé.

El primer integral de Silas Corey, La red Aquila (reseñado AQUÍ), fue un absoluto diez. Claro, viniendo de dos ases del noveno arte como lo son Fabien Nury y Pierre Alary, la cosa prometía.

Ahora bien, ¿repetir el éxito del primero, ahora, con El testamento de Zarkoff? Todo el mundo sabe que es más difícil mantenerse en la cúspide que llegar arriba, ¿no?




Lo dicho; más que demostrar, la tarea que tenían por delante Fabien Nury y Pierre Alary era la de mantener el listón, al menos, tan alto como ellos mismos se lo habían puesto con el número anterior. Diríamos que la tarea era parecida a la que tuvo que afrontar el guionista (junto a Brüno) con Tyler Cross, también editado por Dibbuks y reseñado AQUÍ el primer número y AQUÍ el segundo.

En estos casos los artistas tienen mucho que perder, pero no todo el mundo se llama Fabien Nury ni tiene pinceles en vez de manos, como Pierre Alary (al cual le dedicamos un vídeo en nuestro canal, por cierto, ¡AQUÍ mismo!), así que esta reseña se podría resumir muy bien con las primeras palabras con las que ha empezado: ¡lo han vuelto a hacer!



Esta pareja sublime ha vuelto a conseguir colocar a Silas en el Top del año, y mira que estamos en junio todavía. No es mi intención deshacerme en halagos hacia ellos (ya lo hice en la reseña de La red Aquila), pero sería injusto no hacer mención a la inmensa capacidad de ambos y, en particular, de Nury, por auto-reciclarse y presentarnos ideas brillantes, una tras otra.

Salvando el pequeño escollo que supone una "re-toma" de contacto con el personaje y la subsiguiente puesta a punto, la cual se me ha hecho algo más larga de lo que hubiera deseado, Silas Corey 2. El testamento de Zarkoff (¿recordáis a este personaje del anterior tomo? ¡la macro-traficante de armas!) ofrece una trama que, cuando dice de dar el pistoletazo de salida, no levanta el pie del acelerador hasta escasas páginas antes del final. Es un trabajo verdaderamente titánico por parte de ambos artistas, que logran "encadenar" al lector a la silla hasta que no cierra el cómic con un interesante anexo histórico (4 páginas).



A esta sensación que hacía mención, ayuda mucho la brillante idea de Dibbuks de no haber hecho un "paréntesis" entre los dos álbumes que recopila el integral (obra completa). Ni portada del segundo número, ni cliffhanger, ni nada de nada; solo acción, acción de la que no conoce tregua, acción de la que te hace poseedor de una obra de arte.

¡La lectura enriquece el alma!

Dani S.