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viernes, 15 de febrero de 2019

LOS ENCICLOPEDISTAS, UN COMIC DE JOSÉ PÉREZ LEDO Y ALEX ORBE PUBLICADO POR ASTIBERRI

Los enciclopedistas, un cómic que nos traslada a una época memorable en Francia, tiñe los anales de la historia de rojo. Pero no de cualquier rojo, no. Del rojo que más nos gusta a la hora de leer una buena trama noir...

Rojo sangre.


Siglo XVIII. Un grupo de escritores y filósofos franceses, vanguardia de la Ilustración, quieren redactar un compendio de conocimiento que de la espalda a la hasta ahora incontestable religión. Un compendio fundado en la ciencia como única fuente de conocimiento puro y objetivo con el que enfrentarse al mundo. Y ese enfrentamiento es más que literal en el cómic Los enciclopedistas, donde José Pérez Ledo y Alex Orbe tejen una trama de intrigas y asesinatos en el París de los sucios callejones, muertes diarias que a nadie importan y pobreza extrema -sí, como el Londres victoriano de Sherlock Holmes y sus Irregulares, o el de Jack el destripador-.


Cuando una revolución es inminente y ya no parece tener marcha atrás, el acorralado dragón suelta su última y feroz andanada, y siempre suele ser mortal. Tal vez por eso digan que el precio del progreso se suele escribir con sangre, y es algo que Ledo y Orbe retratan aquí con maestría, tanto a nivel narrativo como gráfico. El autoproclamado grupo de los Enciclopedistas están inmersos en ese colosal trabajo, cuando un misterioso asesino empieza a acabar con la vida de los integrantes del grupo, uno tras otro. Ese verdugo es toda una incógnita, y solo deja una cruz pintada con sangre en el escenario del crimen como firma. El problema es que hay tantos interesados en que la temida enciclopedia no vea a luz, que deberán ser los propios enciclopedistas los que resuelvan el caso... antes de ser asesinados.

Por las páginas de Los Enciclopedistas veremos a personajes históricos de la talla de D'Alembert, Diderot o el mismísimo Voltaire, que compartirán protagonismo con otros ficticios, como la talentosa y tímida ilustradora Marie. Pero no esperes que alguno de ellos despierte en ti una empatía sublime. No será el caso. Y la razón de ser no es otra que una sucesión de asesinatos demasiado tempranera, que supondrá que las exigencias del guión dirijan sus esfuerzos a mantener la tensión, en detrimento del desarrollo de los personajes. Esto no es malo, ni bueno. Es, simplemente, una forma de narrar, en la que los personajes no abandonan nunca ese papel de meras piezas en un tablero de ajedrez. Prima la época. Prima el escenario. Prima el mensaje. Y, sobre todo, prima la Enciclopedia en sí, y todo lo que significó. Y es que, si algo retrata a la perfección Los enciclopedistas, es esa lucha contra el oscurantismo reinante en la política y religión de la época. Ese último coletazo del acorralado dragón, más peligroso que nunca.
La lectura enriquece el alma,

Dani S.